Criterios para la selección de hipoteca: Tipo fijo o variable

Criterios para la selección de hipoteca: Tipo fijo o variable

La intensa caída del euríbor a 12 meses hasta situarse por debajo de cero ha puesto en alerta al sector bancario, que ya está reaccionando para protegerse contra la posibilidad de que los tipos efectivos que se aplican en las hipotecas pasen a ser negativos, algo que nunca antes se había contemplado. Pero el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas variables en España registra ya una media provisional del -0,002% en febrero y, si se mantiene esta tendencia lo que queda de mes, la tasa mensual cerraría en negativo por primera vez en la historia. Una situación que ha llevado a algunas entidades financieras a incluir en los nuevos contratos hipotecarios cláusulas de tipos mínimo cero. Esto es, que el interés más bajo posible -sumando euríbor y diferencial- no podrá ser inferior al 0%, sea cual sea el tramo negativo que alcance el euríbor.

El Euribor en índices negativos es un síntoma de la contracción económica y de la política económica en un entorno como el actual, en el que se pretende relanzar el consumo.

Los prestatarios, cuando solicitan un hipoteca, si ésta es a tipo variable, tienen conocimiento del alza, o bajada del Euribor, como indicador de las cuotas a pagar, de manera que si la entidad bancaria quiere cubrirse tiene a su disposición otro tipo de herramientas como son las hipotecas a tipo fijo, y no deberían aplicarse claúsulas que límiten al alza o a la baja el Euribor.

Lo que debe tener en cuenta el consumidor de un producto financiero como el préstamo hipotecario, es si desea tener una mayor tranquilidad y seguridad en las cuotas a pagar, contratando una hipoteca a tipo fijo, que en la actualidad podemos encontrarlas en tipos que oscilan del 1,80% al 3% con una duración media que oscila desde los 15 hasta los 30 años o si por el contrario puede interesarle más una hipoteca sujeta a un índice de referencia interbancario como el Euribor con un diferencial con un plazo de duración máxima de 40 años (ofrecido por alguna entidad), y con diferenciales a partir del 0,90 en la actual coyuntura económica.

A la hora de orientar a un consumidor hacia una hipoteca a tipo variable, es conveniente saber que en los momentos de expansión del ciclo económico, herramientas como la novación o la subrogación acreedora son muy útiles para aquellos clientes potenciales que deseen mejorar las condiciones que tenìan su hipoteca cuando la contrataron. Para ello se deben cumplir las condiciones que las entidades bancarias suelen establecer: amortización adecuada sin demoras en la vida del préstamo, que no se haya mermado la capacidad de pago de los prestatarios, que la tasación actualizada del inmueble sea idónea conforme a los criterios de la entidad y otras circunstancias como puedan ser las vinculaciones de otros productos financieros que deberá asumir como cliente.

En definitiva la bajada del Euribor supone una facilidad de pago de los ahorradores, y una mayor capacidad de amortización de las hipotecas para los consumidores, ahora bien esto no debe traducirse en carta blanca para que puedan asumir un endeudamiento superior a sus posibilidades reales, no en vano debemos recordar que en 2008 el Euribor estuvo al 5%, y aunque parece que la dinámica en el corto plazo evidencia de una continuidad en un escenario de tipos bajos, no hay que olvidar el largo periodo de vigencia de una hipoteca (media por encima de 25 años), y por tanto la posibilidad de diversos escenarios con el paso del tiempo.

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